San Sadurniño, a 4 de marzo de 2022. Los ayuntamientos de As Somozas, Moeche, Narón, Neda y San Sadurniño se reunieron este jueves en este último municipio para abordar los problemas de turbidez y vertidos que viene sufriendo de manera recurrente el río Xuvia. Las alcaldesas y alcaldes, además de colectivos vecinales, denuncian que la situación se agravó en el último año tras la entrada en funcionamiento de dos canteras ubicadas cerca del curso alto del río. Una nueva "amenaza" para la salud del cauce que se añade a los episodios de olores y mortandad de peces que se repiten cada cierto tiempo y que podrían estar ocasionados por vertidos industriales incontrolados. En este sentido, los cinco ayuntamientos se comprometieron en el encuentro a crear un "frente común" en la defensa del río, exigiendo de la Xunta de Galicia que refuerce los controles y que haga cumplir la normativa ambiental de las actividades extractivas e industriales que se desarrollan aguas arriba. Además también adoptaron el acuerdo de continuar denunciando los problemas ante la Guarda Civil y Augas de Galicia, así como el de llevar a cabo analíticas en distintos puntos en el momento en que se detecten anomalías en el cauce, con el objetivo de recabar pruebas "que permitan identificar inequívocamente su origen" y "exigir las responsabilidades que correspondan" En la reunión participaron el alcalde de As Somozas, Juan Alonso, las regidoras de Moeche y Narón, Beatriz Bascoy y Marián Ferreiro, la concejala nedense Ángeles Puentes y el alcalde de San Sadurniño, Secundino García. A su final fue la alcaldesa de Moeche la encargada de resumir el contenido de una reunión, "motivada porque de nuevo en los últimos días el Xuvia volvió a venir muy turbio. No es la primera vez en los últimos meses, algo que ya denunciamos en repetidas ocasiones desde los ayuntamientos y que también denunciaron colectivos y vecinos de la zona a título individual". Los problemas de turbidez de las aguas, más acusados cuando llueve, tendrían su origen principal en las escorrentías de lodo de las dos canteras ubicadas en el curso alto del río, sobre todo la explotada desde 2021 por la empresa Francisco Gómez y Cia. en la zona de las Viñas, (en la parroquia somocense de Recemel), "con una autorización otorgada por la Xunta que se basa en uno informe de impacto ambiental del 1996". En este sentido, los ayuntamientos de la cuenca del Xuvia exigen "que las canteras cumplan la legislación medioambiental en vigor a día de hoy con el fin de que cesen los vertidos que dañan el río". El inicio de las actividades extractivas y su incidencia en el cauce se vino a sumar la otros problemas "padecidos a cada instante desde tiempo atrás y que son una amenaza gravísima para una zona de especial conservación incluida en Red Natura 2000". Las mandatarias y mandatarios locales se refieren, en este caso, a los vertidos incontrolados que se llevan producido en los últimos años, procedentes "presumiblemente" de actividades industriales que se desarrollan aguas arriba. La señal detectada más reciente fue un fuerte olor a hidrocarburo que se extendió hace escasas semanas por Moeche y San Sadurniño, que fue puesto en conocimiento de la Guardia Civil. Además, en septiembre del año pasado también aparecieron muertos cientos de peces en todo el recorrido del río. "Estos hechos ya obligaron a suspender el baño en un par de ocasiones en el área recreativa de Soutogrande, en Moeche, y hay que recordar que Sanidad sigue manteniendo la prohibición del baño en el área recreativa de Pedroso", explica la portavoz de los municipios reunidos ayer. Ante esta situación, los ayuntamientos acordaron coordinarse para hacer un "seguimiento más exhaustivo" de todo lo que le pueda afectar al Xuvia, "actuando en lo que nos compete a nosotros como ayuntamientos e instando a la Xunta y a Augas de Galicia a que actúe de inmediato en materia de vigilancia y control de la calidad de las aguas". En la reunión, los cinco municipios también decidieron llevar a cabo análisis por su cuenta que permitan "identificar de manera inequívoca cuáles son los problemas que sufre el río, sobre todo los de mortandad, y cual podría ser su origen". Este último acuerdo se adopta "ante el desconocimiento de los resultados de las analíticas que se hicieron la raíz de denuncias formuladas en los últimos años. Ni supimos se se habían detectado sustancias contaminantes en el río ni tampoco se hubo alguna denuncia formal o sanción por parte de Augas de Galicia como ente encargado de velar por la calidad de las aguas continentales". "Hace falta atajar estos problemas recurrentes. Los ayuntamientos nos comprometimos a hacer frente común en ese sentido y ofrecemos nuestra colaboración para finalizar con ellos, pero hace falta también que después se exijan las responsabilidades y se impongan las sanciones que correspondan".